El hogar que un niño se encuentra cuando llega a casa está pensada para la convivencia entre adultos. Se acostumbra a adaptar un espacio separado que permita dar acogida al nuevo nato con la idea que tiene de haber un espacio para el niño y otro para los adultos. Pero esta distinción tan habitual no se adecua con la experiencia de un número cada vez más grande de familias. Los niños, desde muy pequeños, eligen ser “un más” y no alguien diferente y aparte de los otros.
Cada vez son más las nuevas familias (parejas o no) que pretenden hacer las cosas de otro modo.
Estas nuevas familias, son a las que nos dirigimos, proponiéndolos un nuevo tipo de equipación por módulos, que pretende dar respuesta al que será la vida de la familia en los primeros años de convivencia, teniendo en cuenta la llegada del primer hijo.
La equipación por módulos permite ir adaptando los espacios, favoreciendo la interacción de todos los miembros de la familia, son muebles que ayudan en los espacios de encuentro, que a medida que los niños se van haciendo grandes, también van transformándose.
Con estas nuevas equipaciones iniciamos un camino de acercamiento a buenas prácticas de crianza y a la posibilidad de conseguir una convivencia familiar más relajada y al descubrimiento de compartir valores más sanos y respetuosos entre toda la familia.